Descubre Amaisan

La mirada de un artista hecha causa solidaria

Amaisan

En la lengua nyangatom, originaria de una de las etnias del sur de Etiopía, Amaisan significa “sonrisa”.

Las fotografías que componen esta exposición están tomadas en el noroeste de Kenia, Sudán del Sur y Etiopía, y están concebidas desde la sensibilidad de alguien que ama África porque la conoce bien al haberla recorrido en numerosas ocasiones, internándose en los detalles que marcan las esencias de esas culturas.

Es la zona donde se encuentran algunas de las tribus más intactas de África.  En los recónditos Valles del Rio Omo en Etiopía, donde los paisajes de exultante verde se mezclan con inhóspitas tierras yermas, unos quince grupos étnicos, algunos de ellos en riesgo de desaparecer, viven fieles a sus costumbres y tradiciones desde hace siglos con sorprendentes rituales de decoración del cuerpo y una forma de vida atávica regida por códigos tan solemnes como indescifrables.

Para estas tribus la belleza es un concepto abstracto, pintan su cuerpo con pigmentos minerales y vegetales y lo adornan con tocados hechos por ellos mismos con elementos de su entorno. Para ellos esta forma de expresión es mucho más representativa que la música o la danza y pueden cambiarla dos o tres veces al día según la situación o el estado de ánimo. Nada se puede comparar a deambular por mercados atestados de individuos con cuerpos pintados, tocados de plumas, cabellos untados en arcilla como si de un museo viviente se tratase.

Desde esta perspectiva occidental en la que nos han inculcado unos valores de belleza prefabricada, que encaja en unas medidas perfectas, unos rasgos bastante definidos y unos estándares de lo masculino y lo femenino casi incuestionables, encontrar una visión tan artística y personal de lo bello resulta fascinante.

Amaisan Sonrisas Africanas, son retratos de hombres y mujeres, niños y niñas pertenecientes a las tribus nómadas que habitan estos territorios. Las imágenes de los niños y niñas de esta zona de África que a pesar de la pobreza sonríen con sus preciosos ojos brillantes de sensibilidad y esperanza, nos llaman poderosamente la atención.  Pero hay una infancia que no sonríe, porque la sonrisa es imposible cuando la vida duele tanto. Precisamente por eso no todas las imágenes muestran sonrisas, pero si existe esa sonrisa dentro de cada uno de esos rostros fotografiados y que a buen seguro aflorará tarde o temprano antes de alejarte de ellos.

El autor

Eduardo Forcada González, Zaragoza, 1956.

Licenciado en Derecho, viajero, y amante de la fotografía. Atento indagador en las raíces de las personas: buscando en sus formas, y muchas veces encontrándola, la esencia que el hombre y la mujer esconden bajo sus aparentemente frívolas manifestaciones externas. Por eso se ha dedicado en profundidad al retrato de mujeres y niños africanos en lejanos, aislados, y exóticos espacios, que tanto frecuenta desde hace muchos años. Porque sólo en ellos, distanciado de la vorágine occidental, atrapa destellos de una humanidad cada vez más oculta, hermética y distanciada, cuando no abolida.

Forcada pertenece a esa clase de artistas que se nutre de todo, sin conformarse con la mera contemplación. Necesita vivirlo. Y vivirlo con pasión, asimilándolo interiormente, elaborándolo y reelaborándolo, para  finalmente mostrárnoslo bajo el filtro de su penetrante mirada. Esa mirada que se refleja inexorablemente en la sincera sonrisa de sus modelos, y ello por mucha amargura que encierren. En sus imágenes concurre lo hermoso y lo terrible. La sonrisa y el dolor. Lo bueno y lo sórdido. La acuarela seductora del aliño más atractivo con el disuasor cañón del Kalashnikov más convincente. Lo bello y lo sublime.

El destino

Naturomoe · Etiopía

La misión de Nyangatom es la primera iniciativa Diócesis de Lodwar (Kenya) en colaboración con el vecino Vicariato Apostólico de Jimma-Bonga (Etiopía) para llegar a todas las comunidades desatendidas de la zona, así como también a la gente de Nyangatom y Surma. Dada la remota situación, el difícil acceso y la inseguridad de esta gran región, las comunidades pastoralistas han sido marginadas y excluidas de cualquier desarrollo en todos los ámbitos humanos.

La misión tiene como metas dar preferencia a las comunidades más marginales, yendo a regiones remotas del mundo, construyendo relaciones solidarias entre personas de todas las razas y de cualquier contexto social, económico, cultural y religioso.

El Triángulo de Ilemi es un territorio en disputa situado en África del Este, entre las fronteras de Etiopía, Sudán del Sur y Kenia, teniendo este último el control de la zona. El triángulo ocupa una extensión entre 14.000 y 10.320 kilómetros cuadrados. El conflicto proviene de la era colonial, debido a lo confuso de los tratados territoriales. La población se compone de etnias como los turkana, didinga, toposa, dassanetch y nyangatom. La marginalidad económica de la zona, unida a la inestabilidad constante de los gobiernos de la región ha retrasado la resolución del conflicto.

¿Quién Participa?

Entidades y colaboradores que lo hacen posible